11. 🪲 sword to my neck
CHAPTER 11:
sword to my neck
Ni siquiera se acordaba como había salido de la carpa sin decirle nada a Acacio, aquel día había quedado totalmente borroso en su memoria, probablemente culpa de las tres copas de vino blanco que se tomó nada más volver de Ostia.
Dos días después, sin saber nada de Acacio, ella seguía dando vueltas por su casa, planteándose como abordar la situación.
Cuanto más tiempo pasaba, algún tipo de enfado hacia Acacio iba creciendo. No podía soltarle casi una declaración así de la nada, normal que se quedase paralizada. Entonces, una tarde, tras tomar el té y hartarse de no verlo, fue hasta su casa con Zafiro. Petó en la puerta y se quedó unos largos cinco minutos esperando a que contestara, pero nadie respondió. Gaia sabía que solo podía estar en otro sitio: en Ostia. Le había cogido cariño a esa zona de Roma, pero ahora no era el momento para eso.
Entró a la zona del ejército, cruzándose con varias caras conocidas.
ᅳLady Gaia, ¿qué le trae por aquí? ᅳpreguntó un soldado.
ᅳ¿Está Acacio aquí? ᅳdijo ella, bajando del caballo y atándolo con el resto del ejército.
ᅳEn la carpa de entrenamiento, que yo sepa ᅳle respondió con un movimiento de mano.
Gaia le dio las gracias y fue directa hacia allá, con paso decisivo. Entró a la carpa y vio como él estaba peleando contra un soldado, probablemente practicando para la batalla. Ella se quedó mirándolos unos instantes, al principio no pudo sacar su vista de Acacio, como la ropa se le movía y como tenía el pelo peinado hacia atrás para que no le molestase en los ojos. Recordó que estaba enfadada con él en el momento que él la miró.
ᅳ¿Gaia? ¿Qué haces aquí? ᅳcuestionó él, parando el combate al momento y diciéndole al soldado que se largase.
ᅳ¿No es obvio? ᅳExtendió las manos y dio unos pasos hacia adentro, cogiendo una de las espadasᅳ. Vengo a pelear.
Acacio arqueó una ceja, sorprendido de su determinación. Gaia se tambaleó un poco para poder coger la espada, que seguía siendo muy pesada para ella bajo la mirada de asombro y diversión de Acacio.
ᅳ¿De verdad? ᅳdijo, con una sonrisita que a Gaia le molestó bastanteᅳ. No tienes ni idea de lo que estás haciendo, Gaia.
ᅳ¿Te parece que no? ᅳtentó Gaia, adoptando una posición que él mismo le había enseñado.
Acacio soltó una risa suave y agarró su propia espada, poniéndose en posición de defensa.
ᅳEstá bien, puedo darte una lección ᅳdijo, restándole importancia a todo aquello.
Gaia puso los ojos en blanco y atacó al momento, más rápido de lo que Acacio esperaba, pero él pudo bloquear su ataque sin ningún problema, casi con aburrimiento.
ᅳ¡No te burles de mí, Acacio! ᅳexclamó el mismo instante que vio la mirada de Acacio.
ᅳNo me lo pones fácil, atacando como si estuvieses agitando un abanico.
ᅳNo sabía que eras un experto en abanicos ᅳreplicó en un tono mordaz mientras volvía a atacar.
Acacio desvió la espada de Gaia y se acercó más a ellaᅳ Podría serlo si tú los usas.
Gaia se separó al momento, cuando vio esa sonrisa que le frustraba y le encantaba al mismo tiempo.
ᅳNo me mires así ᅳsentenció, alzando la espadaᅳ. Sabes porque estoy aquí.
ᅳ¿Por qué te fuiste de repente y no me hablaste en dos días? ᅳcuestionó con un obvio tono de sarcasmo.
Ella se mordió el labio y siguieron con el juego de espadas.
ᅳTú dijiste algo ᅳpronunció lentamente, con miedo de sus propias palabrasᅳ. Que no supe como tomármelo.
ᅳGaia, no creo que sea el lugar para hablar de esto ᅳdijo al momento. Ella lo pudo pillar desprevenido para dar un paso hacia delante, cada vez estando él más arrinconado en un mástil de la carpa.
ᅳNo hay ningún lugar para hablar de eso, Acacio ᅳhablóᅳ. Solo tienes que decírmelo. Pero decírmelo bien.
Acacio pareció dudar por primera vez. Quien diría que al mejor soldado de toda Roma, incluso de todo el Imperio, le temblarían las piernas en esta situación.
ᅳGaia... ᅳpronunció con cautela, en aquel momento Gaia pensó que su nombre nunca había sonado tan bonito.
Se formó un silencio largo, en el que ninguno atacó ni se defendió, estaban sus espadas rozándose, pero quietas. Gaia soltó un suspiro y rompió el silencio, chocando sus espadas de nuevo. Acacio estaba totalmente debilitado, así que simplemente se dejó llevar por el golpe contra su espada, que lo dejó con la espalda en el mástil y con la espada de Gaia rozándole el cuello.
Nunca habían estado tan cerca, sus dos respiraciones aceleradas pero acompasadas. Ella podía sentir el pecho de Acacio subir y bajar contra el suyo. Sus caras estaban casi a centímetros y Gaia tuvo el impulso. Y no pudo resistirlo.
Aún con la espada en la garganta de Acacio, ella lo besó. Pensó que Acacio se lo devolvería, pero él se separó al momento, entonces a Gaia se le cayó el alma al suelo.
ᅳQuerida, tengo tu espada en mi cuello. No voy a poder besarte como te lo mereces ᅳdijo él.
ᅳ¡Oh! ᅳsaltó, borrando la expresión de terror de su cara.
Acacio le sonrió mientras tiraba la espada al suelo y atacaba sus labios de nuevo. La besó con urgencia, sus brazos se deslizaron por su cintura mientras ella enredaba sus manos en los rizos de Acacio. Por un momento solo existieron ellos dos, llevaban tanto tiempo anhelando el momento que sintieron como sus mundos se desvanecían, quedando solo ellos.
Al separarse, estaban jadeando, no por el combate, sino por la intensidad de lo que acababa de ocurrir. Los dos se quedaron quietos un instante, frente con frente. Ella formó una sonrisita, que Acacio imitó al momento.
ᅳCreo que este combate lo ganaste tú ᅳmurmuró Acacio.
Gaia echó la cabeza hacia atrás en una carcajada y apoyó sus brazos en los hombros de Acacio, para atraerlo hacia ella y darle otro beso, esta vez menos necesitado, pero igual de dulce.
ᅳNo sabes cuanto tiempo llevaba queriendo hacer esto ᅳconfesó ella con una sonrisa tonta.
Acacio la miró suavemente y le acarició la espalda, mientras ella acunaba su cara, sintiendo su barba corta.
ᅳVen a cenar esta noche a mi casa ᅳdijo Acacio, mientras le daba un beso a la frenteᅳ. Cocinaré para ti.
A Gaia le temblaron un poco las piernas al escuchar eso y asintió al momento, viendo como a Acacio se le iluminaban los ojos.
NORA IS (S)TALKING . . .
OH MYYY más cortito este cap pero pq era muy necesario
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